Erase una vez dos piernitas, dos manitas, un par de ojos. Que nunca se mojaron en la lluvia, ni lloraron por las noches o fueron arrullados en el seno de una mujer.
Las piernitas nunca vacilaron, las manitas nunca apretaron. Se quedaron en el limbo de la vida, al calor de las luces y la mirada de un doctor...en la mesa de un quirófano
Esta muuuy bonito ahijada :) me encanta la sensación que produce, de fragilidad.
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